Por
incumplimiento de autoridades
A la intemperie
reciben clases
escolares desde
hace un año
Mario
Raúl Hernández
La
primaria “Francisco Villa”, antes de su demolición.
Los
vaivenes de la inestabilidad política, social y económica en el estado de
Guerrero así como en los diversos municipios han dado pie a que las autoridades
municipales y estatales caigan en la irresponsabilidad e incapacidad, sin
cumplir con importantes proyectos educativos en el que se pone en riesgo la
formación educativa y la salud de cientos de escolares.
Es el
caso de la ahora, nombrada, escuela primaria “Distribuidora Nissan número 80”, en
el cual alrededor de 100 niñas y niños reciben
clases a la intemperie, en carpas improvisadas, a los que desde hace más de un año les fue demolido su
plantel educativo, llamada en aquel tiempo “Francisco Villa”.
Desde
entonces y expuestos a las inclemencias del tiempo los escolares son educados, en
total hacinamiento, en las instalaciones prestadas por la organización de
auxilio, Cruz Ámbar, en la calle Benemérito de las Américas, Fraccionamiento
Benito Juárez II, entre las colonias San José y Quetzalcóatl de Iguala,
Guerrero, a un lado donde se encontraba la escuela que fue derrumbada.
Proyecto parado
Alumnos
de la “Francisco Villa” reciben sus clases en carpas improvisadas. (Foto: Mario
Raúl Hernández).
El
nombramiento de las nuevas autoridades educativas estatales y municipales ha
frenado la rectificación del convenio, en el caso del nuevo secretario de la
SEG, Salvador Martínez de la Roca, y del presidente municipal interino de
Iguala, Guerrero, Silviano Mendiola Pérez, por lo que no se puede dar reinicio
a la construcción del edificio educativo.
En los
inicios del nuevo ciclo escolar empezó la demolición de la escuela primaria
“Francisco Villa”, debido al deterioro del inmueble, que representaba un
peligro para los niños, por cualquier temblor de alta magnitud.
Entonces
la escuela, con antigüedad de unos 20 años, contaba con seis aulas de medios,
una dirección y baños.
Habían
fallas en la construcción de la escuela, señala en entrevista con Diario 21 el director del plantel Hugo
Arzate Salgado, por eso representaba un riesgo constante para todos: escolares,
maestros e intendentes, asunto que se comunicó a las autoridades educativas,
pero nunca se hizo caso.
De ahí
la determinación, dice, de hacerle la solicitud a la Asociación Nacional de
Distribuidores de Automóviles Nissan AC (ANDANAC), quien dio respuesta
inmediata bajo ciertos requerimientos.
De ANDANAC
Total
hacinamiento y sin condiciones reciben su educación primaria más de 100
escolares. (Foto: Mario Raúl Hernández).
En
diciembre de 2000 se constituyó la fundación ANDANAC, organización creada por
la red de Distribuidores Nissan de México, como una institución sustentable,
filantrópica, donde la conciencia social y la colaboración, se conjugan, para
mejorar las condiciones educativas del país mediante la construcción y equipamiento
de escuelas primarias públicas, en localidades de alta marginalidad.
Ésta asume
el compromiso de construir y equipar los planteles, en terrenos donados al gobierno
del estado por el ayuntamiento, quien otorga las facilidades necesarias para la
construcción de la escuela.
Por su
parte, las autoridades estatales realizan estudios de factibilidad y verifican
a través del organismo constructor de escuelas la calidad de la obra.
Además
se encarga de la operación, dirección técnica y administrativa de la escuela;
suministrar los recursos humanos y materiales para su funcionamiento, cuidado y
mantenimiento al concluir el donativo.
Todas
las escuelas de los distribuidores Nissan, más de 80, han sido bien equipadas,
incorporando lo último en tecnología, además de que han sido construidas en
diferentes estados del país y de Guerrero, (Tecpan, Zihuatanejo y Acapulco), y en
Iguala será la escuela primaria Nissan Número 80.
Hoy,
más de 152 mil niños del país se han visto beneficiados por este programa de
educación básica que se ha establecido a través de un fondo que los
distribuidores Nissan acumulan luego de la venta de cada auto
Tocar puertas
Total
hacinamiento y sin condiciones reciben su educación primaria más de 100
escolares. (Foto: Mario Raúl Hernández).
En
diciembre de 2013, precisa el director del plantel, una vez aceptada la
solicitud por ANDANAC, comienza la aventura para poder cumplir con los tres
requisitos que exige la fundación: la escrituración otorgada por el gobierno
municipal, el terreno con superficie de 3 mil metros cuadrados y el cambio de
nombre de la escuela (entonces ya no se llamaría Francisco Villa).
La
escrituración, documento con el que no contaba la escuela, apunta, se hizo a
nombre de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), quien también accedió al
cambio del nombre del plantel así como seguir conservando el número de
trabajadores de la escuela.
Así
también el ayuntamiento igualteco, que encabezaba entonces José Luis Abarca,
certificó compromisos tales como el trámite de la escrituración, la demolición
del inmueble y la nivelación del terreno.
El
director del plantel señala que tuvieron que pasar seis meses para reunir los
tres requisitos que demandaba ANDANAC, que una vez cumplido, se procedió a la
firma, y entonces la fundación anunció que la inversión para la construcción de
la escuela sería de 5 millones de pesos, y que ya estaban disponibles.
Las
instalaciones de la nueva escuela comprenderán: 6 aulas, 2 direcciones, un
salón de usos múltiples equipado con 15 computadoras, un patio escolar, baños
para maestros y alumnos, todo el mobiliario para alumnos y docentes y una maya
perimetral.
El
convenio fue firmado en julio de 2014;
por la SEG, cuyo titular era Silvia Romero Suárez; por el municipio, José Luis Abarca Velázquez;
por ANDANAC, Mario Martínez Morán (q.e.p.d), principal promotor del proyecto y
dueño de las agencias Nissan en el estado de Guerrero.
Inicia la demolición
Hugo
Arzate precisa que la demolición del plantel inició el 30 de agosto de 2014 y
continuó hasta septiembre, pero debido a los acontecimientos del 26 y 27 de
septiembre de ese año, en Iguala, se detuvo cuando solo tenía un avance de 65
por ciento.
Fue
hasta enero de 2015, con el alcalde interino Silviano Mendiola, cuando se
reinicia y se concluyó con esa fase, más no la nivelación del terreno.
Para
entonces ANDANAC, en febrero del mismo año, exige un nuevo convenio con las
nuevas autoridades estatales y municipales, pero el proyecto se entorpece más,
ya que en ese lapso fallece Mario Martínez Morán, el principal promotor y dueño
de los Nissan.
El
director de la escuela anticipa, que es urgente iniciar la construcción del
plantel, ya que el lugar donde se encuentra estaba improvisado para unos meses,
lo que iba a durar la edificación.
El
director apremió a las autoridades para que el nuevo ciclo escolar no se vea
afectado, debido a la falta del inmueble escolar, ya que existe el peligro, que
en caso de no incrementar la matrícula escolar, mínimo 120 alumnos, la SEG
implemente una reestructuración “que nos dejaría sin dos maestros de grupo, sin
administrativos y tal vez sin intendentes”.
Sin
embargo, lamenta, que las autoridades estén más interesadas por lo que suceda
el 7 de junio, que por lo que pueda sucederle a más de 100 alumnos, tomando
clases a la intemperie en un lugar que no está acondicionado para la formación
y el aprendizaje.
Diario 21 recorrió las instalaciones improvisadas, de la ahora escuela
primaria Nissan Número 80, en donde más de 100 niños cursan su educación
primaria, encontrando total hacinamiento y sin condición alguna que garantice
que este plantel se encuentra en el programa de “educación de calidad”.
Hoy,
indica la maestra de 5º año, Lucía García Gabino, nos tuvimos que meter a las
oficinas de los socorristas de Cruz Ámbar,
porque en las carpas se encharca el agua y es terreno lodoso. “Mire como
estamos, todos amontonados, sin las condiciones”.
En la
primaria Nissan hay seis maestros, quienes imparten clases del primer año al
sexto, quienes coinciden que han soportado todas las inclemencias del tiempo:
frío, calor y ahora las lluvias.
“Todo
empezó cuando nos dijeron que en diciembre de 2014, íbamos a estrenar escuela,
y mire usted, estamos ya casi por terminar este ciclo escolar 2015, en las
peores condiciones”.
A los
niños y a las niñas, expresa el profesor de 6º año, José Antonio Orduña Mota, se
les expone a la resolana, que podría dar como resultado una posible
deshidratación, producido por el calor que encierran estas carpas de material
sintético.
“Así
también enfermedades respiratorias, y sobre todo que no son las condiciones
idóneas para desarrollar el aprendizaje esperado”.
“Los alumnos
se distraen, se inquietan con el calor; nosotros no podemos implementar
dinámicas por la falta de espacio y existen enormes carencias para poder
cumplir con el programa escolar”.
Preocupa a padres
Por su
parte los padres de familia, muestran preocupación y zozobra, al no contar ya
con el edificio escolar viejo. Asimismo, expresan desconfianza de las
autoridades de que construyan el nuevo plantel, por el tiempo que ha pasado y
en donde las autoridades demuestran enorme desinterés por la educación de la
niñez, “y este es un ejemplo”.
El
director precisa que está en espera de que pronto regrese el convenio firmado
ya por las autoridades estatal y municipal, a fin de lograr otra vez las firmas
de los directivos de ANDANAC.
La
construcción de la escuela, señala, la realizarían en dos meses. Representantes
de la constructora “Technologías RBS de México SA de CV, de la ciudad de México,
prometen entregarla en este período de tiempo ya que se dedican a la
edificación de las escuelas Nissan.
En esta
construcción escolar se aplicará tecnología japonesa antisísmica, que consiste
en ensamblado y materiales prefabricados.
Nada halagüeño
Existe
un panorama poco afortunado para los niños y jóvenes guerrerenses en materia de
educación: se continúa privilegiando intereses personales por encima del bien
común en los actores involucrados en esta gran responsabilidad que es la
educación: directivos, profesores e inclusive muchos padres de familia se
resignan y conforman ante esta situación a la que consideran como normal.
En Guerrero
la educación enfrenta grandes desafíos: cobertura con equidad, calidad de los
procesos educativos y de los niveles de integración y funcionamiento del propio
sistema.
La
falta de equidad tiene un efecto perverso sobre el sistema en su conjunto, en virtud
de que la desigualdad en el acceso a las oportunidades educativas es uno de los
factores que contribuye más a reproducir la injusticia social.
Si bien
es cierto que las autoridades estatales y municipales han desarrollado
esfuerzos para alcanzar una educación de calidad para todos, no resulta menos
cierto que el propio sistema, en su funcionamiento indiferente, ha sido un
factor para sostener la injusticia en educación.
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